15 trucos sobre como criar jilgueros en cautividad - Articulo numero: 620467430315

El pajaro Jilguero presenta una longitud de 11-trece con cinco cm, una envergadura de veintiuno-25,5 cm, un peso de 14-19 g y una longevidad de 7 a diez años (en cautividad) El pajaro jilguero europeo presenta una cabeza tricolor con máscara facial roja y alas negras con franja amarilla.

El plumaje de un pajaro jilguero adulto se caracteriza por una cabeza muy distintiva y conspicua, con aspecto tricolor, máscara facial roja, y dibujo cefálico blanco y negro. El pico es habitual y adaptado a su nutrición. Cónico, esbelto, afilado, de color pálido. Por otra parte, el cuerpo en la parte delante es blanquecino, bordeado de amarillento, al tiempo que la parte posterior marronácea.

El ala muy distintiva y conspicua, tanto con el ave posada, como en vuelo. Negra, con ancha franja alar amarilla; manchas blancas en la punta de las rémiges de tamaño variable, en función del desgaste. La cola es negra, escotada, presentando rectrices con puntas blancas.

El plumaje juvenil presentan alas idénticas a los adultos, una cabeza y cuerpo gris pardo uniforme y moteado. Adquiere el habitual dibujo cefálico tricolor tras la primera muda parcial en otoño. Existen también plumajes intermedios, los que son indistinguibles del adulto excepto con el ave en mano, en cuyo caso, en dependencia de la época y el ciclo de muda, se aprecia por rémiges, cobertoras alares y rectrices.

El macho y la hembra del jilguero son muy similares, apenas existe dimorfismo sexual. Con el ave en la mano, o en condiciones de observación muy favorables, el macho presenta mayor cantidad de colorado en la cara, y plumillas nasales por norma general más oscuras. La alteración estacional es inexistente, sin embargo, el desgaste progresivo del plumaje, reduce (e incluso suprime) las puntas blancas de rémiges y rectrices, recuperándolas tras la muda completa postnupcial.

Debido a su cabeza tricolor, y a su conspicua coloración alar, resulta inconfundible con otras especies. Los ejemplares juveniles pueden inducir a determinada confusión con hembras y también inmaduros de otros fringílidos marronáceos, mas solo en el caso de que la observación no incluya el ala.

Los ciclos de muda en juveniles es parcial durante el verano, al tiempo que en adultos la muda es completa también durante el verano.

El jilguero europeo se distribuye a lo largo del paleártico occidental. Acostumbra a habitar lindes de bosques, sotos, campiñas, zonas agrícolas, parques, jardines, huertos, frutaledas y, en general cualquier zona herbácea, de manera especial si existe exuberancia de cardos (comestible predilecto de la especie); la clave es presencia mínima de arbolado. Cría sin dificultades en pueblos y urbes.

Muestra predilección por ambientes calurosos, siendo menos frecuente observarlo conforme aumenta la altitud. Ha sido convocado en los Alpes suizos a dos mil cuatrocientos m s. n. m.; en los Pirineos catalanes a dos mil m s. n. m., y en Sierra Nevada a mil ochocientos cincuenta m s. n. m..

Su predilección por las plantas ruderales, en especial cardos y centaureas, explica las altas exuberancias de jilgueros en vegas y olivares, hábitats que aportan árboles para emplazar el nido, y terrenos despejados donde buscar semillas.

En migración resulta ubicuo. En invierno también frecuenta eriales y otras zonas abiertas aunque no estén arboladas.

Por norma general acostumbran a criar un par de veces a lo largo de un año. La primera puesta empieza a mediados de marzo o principio de abril. La segunda puesta se efectúa a continuación de la primera. Extrañamente se generan 3 puestas.

La puesta consta de cinco o bien 6 huevos de color blanco con finas motas rojizas. La incubación dura entre 12 y 13 días, periodo en el que habitualmente el macho nutre a su pareja en el nido. El nido, construido casi únicamente por la hembra, tiene forma de copa y se instala en las horquillas de las ramas más altas de algunos árboles o bien arbustos.

Los polluelos, que son nidícolas, abandonan el nido y se independizan de los progenitores a los 15 días aproximadamente, alcanzan el plumaje terminante tras la muda otoñal.

El jilguero europeo se comporta como parcialmente migrador. Las poblaciones nórdicas migran al sur; los cuarteles de invierno se ubican en la zona mediterránea. Las poblaciones meridionales pueden ser sedentarias, errantes, e inclusive migradoras hacia el norte de África. La migración es diurna, en grupos aproximadamente abundantes. El paso migratorio es prolongado; el grueso de la migración otoñal se genera entre septiembre y noviembre; el de la primavera se produce entre febrero y mayo.

En zonas como España se considera un migrador parcial, recibiendo invernantes procedentes de Centroeuropa; el paso otoñal se produce sobre todo en el mes de octubre y noviembre, y la vuelta transcurre entre marzo y mayo.

Los individuos ibéricos parecen abandonar mayoritariamente muchas de sus localidades de cría para desplazarse al norte de África, dando sitio a una increíble concentración otoñal en el estrecho de Gibraltar, donde resulta ser el fringílido más rebosante en migración al unirse con migradores más norteños; en este sentido se han convocado altísimas densidades al sur de Cádiz del orden de 65 aves por cada diez hectáreas.

Genéticamente se ha definido la especie parental existente del jilguero común (Carduelis carduelis). Es el Carduelis citrinella el que seguramente dio lugar a estos jilgueros comunes eurasiáticos en las islas del Mediterráneo, en la llamada Crisis Mesiniense, cuando el mar Mediterráneo se encontraba prácticamente seco y era un conjunto de charcos salinos de mayor o menor profundidad.

Las aves son animales vertebrados, de sangre caliente, que pasean, saltan o se sostienen solo sobre las extremidades posteriores, mientras que las extremidades anteriores han evolucionado hasta transformarse en alas que, como otras muchas peculiaridades anatómicas únicas, les dejan, en la mayor parte de los casos, volar, aunque no todas y cada una vuelan. Tienen el cuerpo cubierto de plumas y, las aves sensu stricto, un pico córneo sin dientes. Para reproducirse ponen huevos que incuban hasta su eclosión.

Su grupo taxonómico se denomina clase Aves (la palabra es latina y está en plural, en singular sería avis)4​ para la sistemática tradicional, mas en la sistemática filogenética actual este clado no tiene rango, y es incluido a su vez sucesivamente en los clados: Theropoda, Dinosauria, Archosauria, Sauropsida, Tetrapoda, etc., aunque hay más anidamientos intermedios con denominación.

Las aves se produjeron a partir de dinosaurios carnívoros bípedos del Jurásico, hace entre ciento cincuenta y doscientos millones de años y, en verdad, son los únicos dinosaurios que subsistieron a la extinción masiva producida al final del Mesozoico. Por tanto, la sangre caliente, que es la característica más notable que comparten con los mamíferos, es un resultado de evolución coincidente, puesto que no hay un ancestro común a ambos grupos que tuviera este rasgo. Su evolución dio sitio, tras una fuerte radiación, a las más de diez mil especies actuales ​(más 153 extintas en tiempos históricos).​ Las aves son los tetrápodos más diversos; no obstante, tienen una enorme homogeneidad morfológica en comparación con los mamíferos. Las relaciones de parentesco de las familias de aves no siempre pueden definirse por morfología, pero con el análisis de ADN empezaron a dilucidarse.

Las aves habitan en todos y cada uno de los biomas terrestres y también en todos los océanos. El tamaño puede ser desde seis con cuatro cm en el colibrí zunzuncito hasta 2,74 metros en el avestruz. Los comportamientos son diferentes y notables, como en la anidación, la alimentación de las crías, las migraciones, el apareamiento y la tendencia a la asociación en conjuntos. La comunicación entre las aves es variable y puede implicar señales visuales, llamadas y cantos. Ciertas emiten gran diversidad de sonidos, y se resaltan por su inteligencia y por la capacidad de transmisión cultural de conocimientos a nuevas generaciones.

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El ser humano ha tenido una intensa relación con las aves. En la economía humana las aves de corral y las cinegéticas son fuentes de comestible. Las canoras y los loros son populares como mascotas. Se usa el plumón de patos y gansos domésticos para rellenar almohadas, y ya antes se cazaban muchas aves para adornar sombreros con sus plumas. El guano de las aves se utiliza en la fertilización de suelos. Algunas aves son veneradas o repudiadas por motivos religiosos, supercherías o bien por prejuicios equivocados. Muchas son símbolos culturales y referencia usual para el arte. En los últimos 500 años se han extinguido más de ciento cincuenta especies como consecuencia de actividades humanas, y, hoy en día, son más de mil doscientas las especies de aves amenazadas que precisan esfuerzos para su conservación.

Los loros se caracterizan por tener un pico curvado, con una mandíbula inferior con determinada movilidad en su conexión con el cráneo y situada en una situación bastante vertical. Además tienen una enorme capacidad craneal y son uno de los grupos de aves más inteligentes. Son aves que vuelan bien y son capaces de agarrarse a las ramas de los árboles y escalar por ellas con destreza, gracias a sus garras prensiles zigodáctilas (con dos dedos hacia delante y dos cara atrás).

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Otra característica de los loros es la intensa coloración de su plumaje. El color predominante del plumaje de los papagayos es el verde, si bien la mayoría de las especies tienen además algo de rojo, azul, amarillo y otros colores en diferentes cantidades. La coloración de las plumas de los papagayos se debe tanto a los pigmentos como a estructuras especiales de sus plumas, como la textura de Dyck, que dispersan la luz originando la aparición de colores como el azul (componente fundamental del verde). Se distinguen de sus parientes las cacatúas en que carecen de sus propios penachos eréctiles en la cabeza. También difieren de ellas en las tonalidades del plumaje, las cacatúas son predominantemente blancas o negras, y si bien asimismo pueden presentan colores rosados, colorados, amarillos o bien anaranjados, las cacatúas carecen por completo de los tonos verdes y azules en sus plumajes.

La mayor parte de los papagayos habituales se nutren eminentemente de semillas. Existen algunas variaciones individuales entre especies que además incluyen en su dieta frutos, hojas, insectos y otras pequeñas presas ocasionalmente. Los loris son predominantemente nectarívoros, si bien otras especies asimismo consumen néctar ocasionalmente.

Los miembros de Psittacoidea son especies predominantemente monógamas que acostumbran a anidar en cavidades, tanto de los árboles como en túneles escavados en terraplenes.

Ciertas especies pueden imitar gran diversidad de sonidos, incluida la voz humana, si bien no tienen cuerdas vocales sino que emplean un órgano ubicado en la base de la tráquea conocido como siringe.

El periquito mide cerca de 18 cm de la cabeza a la punta de la cola, y pesa alrededor de treinta y cinco g. La variedad silvestre tiene las partes inferiores de color verde claro plano, con jilguero la cabeza amarilla con un característico listado negro en su parte trasera, del mismo modo que el resto de las partes superiores del cuerpo y alas, aunque con fondo verde amarillento. En cambio su garganta y frente son de color amarillo liso, con una pequeña mancha morada en la mejilla y 3 motas negras enmarcando cada lateral de base de la garganta. Su cola es de color cobalto con máculas amarillas en el centro de las plumas laterales. Las plumas de vuelo de las alas son negras y verdosas, y sus coberteras negras con bordes amarillos, y tienen manchas amarillas en el centro que solo se ven cuando despliegan las alas. Posee el pico muy encorvado hacia abajo de color gris verdoso, y patas grises azuladas zigodáctilas, con 2 dedos hacia delante y dos hacia atrás, que les facilita trepar por los árboles y alimentarse de semillas.

Los periquitos silvestres en su hábitat natural de Australia son de manera notable más pequeños que los que se encuentran en cautividad. Además de esto los criadores de esta especie han conseguido multitud de colores y capas de periquitos (ejemplos: azul, gris, gris-azul, pios, violeta, blanco, amarillo, amarillo-azul) aunque la mayor parte de los que se encuentran en las tiendas de mascotas son azules, verdes y amarillos. Como en la mayoría de especies de loros el plumaje del periquito es fluorescente bajo la luz ultravioleta. Este fenómeno probablemente está relacionado con el cortejo y la selección de pareja.​ Como muchas aves los periquitos tienen visión tetracromática, si bien a fin de que funcionen las 4 clases de conos simultáneamente se necesita la presencia de todo el fantasma de la luz solar.​ El espectro ultravioleta hace brillar sus plumas, lo que ayuda a atraer a las parejas. Las manchas de su garganta reflejan la luz ultravioleta y podrían utilizarse para distinguir individualmente a cada periquito.