16 razones y motivos para comprar y pagar con criptomonedas cuando compres un pajaro jilguero - Articulo numero: 5810

El pajaro Jilguero presenta una longitud de 11-13,5 cm, una extensión de 21-veinticinco con cinco cm, un peso de 14-19 g y una longevidad de siete a diez años (en cautividad) El pajaro jilguero europeo presenta una cabeza tricolor con máscara facial roja y alas negras con franja amarilla.

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El plumaje de un pajaro jilguero adulto se identifica por una cabeza muy propia y conspicua, con aspecto tricolor, máscara facial roja, y dibujo cefálico blanco y negro. El pico es típico y adaptado a su nutrición. Cónico, esbelto, afilado, de color pálido. Por otro lado, el cuerpo en la parte delante es blanquecino, bordeado de ocre, mientras que la parte trasera marronácea.

El ala muy distintiva y conspicua, tanto con el ave posada, como en vuelo. Negra, con ancha franja alar amarilla; máculas blancas en la punta de las rémiges de tamaño variable, en función del desgaste. La cola es negra, escotada, presentando rectrices con puntas blancas.

El plumaje juvenil presentan alas idénticas a los adultos, una cabeza y cuerpo gris pardo uniforme y moteado. Adquiere el típico dibujo cefálico tricolor tras la primera muda parcial en otoño. Existen asimismo plumajes intermedios, los que son indistinguibles del adulto salvo con el ave en mano, en tal caso, en dependencia de la época y el ciclo de muda, se aprecia por rémiges, cobertoras alares y rectrices.

El macho y la hembra del jilguero son muy parecidos, apenas existe dimorfismo sexual. Con el ave en la mano, o en condiciones de observación muy favorables, el macho presenta mayor cantidad de rojo en la cara, y plumillas nasales en general más oscuras. La variación estacional es inexistente, no obstante, el desgaste progresivo del plumaje, reduce (e incluso elimina) las puntas blancas de rémiges y rectrices, recuperándolas tras la muda completa postnupcial.

Debido a su cabeza tricolor, y a su conspicua coloración alar, resulta inconfundible con otras especies. Los ejemplares juveniles pueden inducir a determinada confusión con hembras e inmaduros de otros fringílidos marronáceos, pero solo en el caso de que la observación no incluya el ala.

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Los ciclos de muda en juveniles es parcial durante el verano, mientras que en adultos la muda es completa también durante el verano.

El jilguero europeo se distribuye a lo largo del paleártico occidental. Suele habitar lindes de bosques, sotos, campiñas, zonas agrícolas, parques, jardines, huertos, frutaledas y, normalmente cualquier zona herbácea, especialmente si existe exuberancia de cardos (comestible predilecto de la especie); la clave es presencia mínima de arbolado. Cría sin contrariedades en pueblos y ciudades.

Muestra predilección por entornos calurosos, siendo menos usual observarlo conforme aumenta la altitud. Ha sido convocado en los Alpes suizos a 2400 m s. n. m.; en los Pirineos catalanes a dos mil m s. n. m., y en Sierra Nevada a mil ochocientos cincuenta m s. n. m..

Su predilección por las plantas ruderales, en especial cardos y centaureas, explica las altas abundancias de jilgueros en vegas y olivares, hábitats que aportan árboles para emplazar el nido, y terrenos despejados donde buscar semillas.

En migración resulta omnipresente. En invierno también frecuenta yermos y otras zonas abiertas aunque no estén arboladas.

Normalmente suelen criar dos veces durante un año. La primera puesta empieza a mediados de marzo o principio de abril. La segunda puesta se efectúa a continuación de la primera. Raramente se producen tres puestas.

La puesta consta de 5 o seis huevos de color blanco con finas manchas rojizas. La incubación dura entre 12 y trece días, periodo en el que con cierta frecuencia el macho nutre a su pareja en el nido. El nido, construido prácticamente únicamente por la hembra, tiene forma de copa y se instala en las horquillas de las ramas más altas de ciertos árboles o bien arbustos.

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Los polluelos, que son nidícolas, abandonan el nido y se independizan de los padres a los 15 días más o menos, alcanzan el plumaje terminante tras la muda otoñal.

El jilguero europeo se comporta como parcialmente migrador. Las poblaciones nórdicas migran al sur; los cuarteles de invierno se ubican en la zona mediterránea. Las poblaciones meridionales pueden ser sedentarias, errantes, e incluso migradoras cara el norte de África. La migración es diurna, en grupos más o menos numerosos. El paso migratorio es prolongado; el grueso de la migración otoñal se produce entre septiembre y noviembre; el de la primavera se produce entre febrero y mayo.

En regiones como España se considera un migrador parcial, recibiendo invernantes provenientes de Centroeuropa; el paso otoñal se genera sobre todo en el mes de octubre y noviembre, y la vuelta transcurre entre marzo y mayo.

Los individuos ibéricos parecen desamparar mayoritariamente muchas de sus localidades de cría para desplazarse al norte de África, dando lugar a una espectacular concentración otoñal en el estrecho de Gibraltar, donde resulta ser el fringílido más abundante en migración al unirse con migradores más norteños; en este sentido se han convocado altísimas densidades al sur de Cádiz del orden de 65 aves por cada diez hectáreas.

Genéticamente se ha definido la especie parental existente del jilguero común (Carduelis carduelis). Es el Carduelis citrinella el que seguramente dio sitio a estos jilgueros comunes eurasiáticos en las islas del Mediterráneo, en la llamada Crisis Mesiniense, cuando el mar Mediterráneo se encontraba casi seco y era un conjunto de charcos salinos de mayor o menor profundidad.

Las aves son animales vertebrados, de sangre caliente, que andan, brincan o se sostienen solo sobre las extremidades siguientes, mientras que las extremidades anteriores han evolucionado hasta transformarse en alas que, de la misma manera que muchas otras características anatómicas únicas, les permiten, en la mayor parte de los casos, volar, si bien no todas vuelan. Tienen el cuerpo cubierto de plumas y, las aves sensu stricto, un pico córneo sin dientes. Para reproducirse ponen huevos que incuban hasta su eclosión.

Su conjunto taxonómico se denomina clase Aves (la palabra es latina y está en plural, en singular sería avis)4​ para la sistemática tradicional, pero en la sistemática filogenética actual este clado no tiene rango, y es incluido por su parte sucesivamente en los clados: Theropoda, Dinosauria, Archosauria, Sauropsida, Tetrapoda, etc., si bien hay más anidamientos intermedios con denominación.

Las aves se originaron a partir de dinosaurios carnívoros bípedos del Jurásico, hace entre ciento cincuenta y doscientos millones de años y, en verdad, son los únicos dinosaurios que agapornis personata subsistieron a la extinción masiva producida al final del Mesozoico. Por ende, la sangre caliente, que es la característica más notable que comparten con los mamíferos, es un resultado de evolución coincidente, pues no hay un ancestro común a ambos conjuntos que tuviese este rasgo. Su evolución dio sitio, tras una fuerte radiación, a las más de diez mil especies actuales ​(más ciento cincuenta y tres extintas en tiempos históricos).​ Las aves son los tetrápodos más diversos; sin embargo, tienen una enorme homogeneidad morfológica en comparación con los mamíferos. Las relaciones de parentesco de las familias de aves no siempre y en todo momento pueden definirse por morfología, mas con el análisis de ADN empezaron a dilucidarse.

Las aves habitan en todos los biomas terrestres y asimismo en todos los océanos. El tamaño puede ser desde 6,4 cm en el colibrí zunzuncito hasta dos con setenta y cuatro metros en el avestruz. Los comportamientos son diversos y notables, como en la anidación, la alimentación de las crías, las migraciones, el apareamiento y la tendencia a la asociación en conjuntos. La comunicación entre las aves es variable y puede implicar señales visuales, llamadas y cantos. Algunas emiten gran diversidad de sonidos, y se destacan por su inteligencia y por la capacidad de transmisión cultural de conocimientos a nuevas generaciones.

El humano ha tenido una intensa relación con las aves. En la economía humana las aves de corral y las cinegéticas son fuentes de alimento. Las canoras y los papagayos son populares como mascotas. Se utiliza el plumón de patos y gansos domésticos para rellenar almohadas, y ya antes se cazaban muchas aves para adornar sombreros con sus plumas. El guano de las aves se usa en la fertilización de suelos. Ciertas aves son veneradas o bien repudiadas por motivos religiosos, supersticiones o bien por prejuicios errados. Muchas son símbolos culturales y referencia frecuente para el arte. En los últimos 500 años se han extinguido más de ciento cincuenta especies a consecuencia de actividades humanas, y, en nuestros días, son más de mil doscientas las especies de aves amenazadas que precisan sacrificios para su conservación.

Los loros se caracterizan por tener un pico encorvado, con una mandíbula inferior con determinada movilidad en su conexión con el cráneo y ubicada en una posición bastante vertical. Además tienen una enorme capacidad craneal y son uno de los grupos de aves más inteligentes. Son aves que vuelan bien y son capaces de sujetarse a las ramas de los árboles y escalar por ellas con habilidad, merced a sus garras prensiles zigodáctilas (con dos dedos hacia delante y 2 cara atrás).

Otra característica de los loros es la intensa coloración de su plumaje. El color predominante del plumaje de los loros es el verde, aunque la mayor parte de las especies tienen además algo de colorado, azul, amarillo y otros colores en diferentes cantidades. La coloración de las plumas de los loros se debe tanto a los pigmentos como a estructuras singulares de sus plumas, como la textura de Dyck, que dispersan la luz produciendo la aparición de colores como el azul (componente esencial del verde). Se distinguen de sus familiares las cacatúas en que carecen de sus propios penachos eréctiles en la cabeza. Asimismo difieren de ellas en las tonalidades del plumaje, las cacatúas son predominantemente blancas o bien negras, y si bien asimismo pueden presentan colores rosados, rojos, amarillos o bien anaranjados, las cacatúas carecen por completo de los tonos verdes y azules en sus plumajes.

La mayoría de los loros típicos se alimentan principalmente de semillas. Existen algunas variaciones individuales entre especies que además incluyen en su dieta frutos, hojas, insectos y otras pequeñas presas ocasionalmente. Los loris son predominantemente nectarívoros, aunque otras especies también consumen néctar esporádicamente.

Los miembros de Psittacoidea son especies predominantemente monógamas que suelen anidar en cavidades, tanto de los árboles como en túneles escavados en terraplenes.

Algunas especies pueden imitar gran diversidad de sonidos, incluida la voz humana, si bien no tienen cuerdas vocales sino que emplean un órgano ubicado en la base de la tráquea conocido como siringe.

El periquito mide en torno a dieciocho cm de la cabeza a la punta de la cola, y pesa en torno a treinta y cinco g. La pluralidad silvestre tiene las partes inferiores de color verde claro liso, con la cabeza amarilla con un propio listado negro en su parte posterior, de la misma manera que el resto de las partes superiores del cuerpo y alas, si bien con fondo verde amarillento. En cambio su garganta y frente son de color amarillo plano, con una pequeña mancha morada en la mejilla y tres manchas negras enmarcando cada lateral de base de la garganta. Su cola es de color cobalto con manchas amarillas en el centro de las plumas laterales. Las plumas de vuelo de las alas son negras y verdosas, y sus coberteras negras con bordes amarillos, y tienen máculas amarillas en el centro que solo se ven cuando despliegan las alas. Posee el pico muy encorvado cara abajo de color gris verdoso, y patas grises azuladas zigodáctilas, con 2 dedos cara delante y 2 hacia atrás, que les facilita trepar por los árboles y alimentarse de semillas.

Los periquitos silvestres en su hábitat natural de Australia son notablemente más pequeños que los que se encuentran en cautividad. Además de esto los criadores de esta especie han logrado multitud de colores y capas de periquitos (ejemplos: azul, gris, gris-azul, pios, violeta, blanco, amarillo, amarillo-azul) si bien la mayoría de los que se encuentran en las tiendas de mascotas son azules, verdes y amarillos. Como en la mayor parte de especies de papagayos el plumaje del periquito es fluorescente bajo la luz ultravioleta. Este fenómeno probablemente está relacionado con el cortejo y la selección de pareja.​ Como muchas aves los periquitos tienen visión tetracromática, si bien a fin de que funcionen las cuatro clases de conos simultáneamente se necesita la presencia de todo el espectro de la luz solar.​ El espectro ultravioleta hace relucir sus plumas, lo que ayuda a atraer a las parejas. Las manchas de su garganta reflejan la luz ultravioleta y podrían utilizarse para distinguir individualmente a cada periquito.